En ocasiones, los resultados conseguidos se quedan lejos de lo previsto. Algunas de esas veces, es por mala suerte. Otras, sin embargo, porque los rivales han sido mejores. Después de tres días de competición, nuestros ciclistas dejaron atrás la Vuelta a Cantabria con el agridulce sabor de boca de haber sido capaz de resistir en una carrera exigente, pero no poder brillar con luz propia. Sin dejar de lado la preparación para próximas citas, Ricard Fitó volvió a ser el mejor clasificado.
Durante las dos primeras jornadas de la ronda cántabra, la velocidad impresa en todo momento por los grandes equipos del país fue la causante de la mayoría de cortes en el pelotón. En este escenario, Ricard Fitó se filtró en ambos casos en uno de los grupos más adelantados, entrando en la lucha por el Top-30 de la general. Sin embargo, la última etapa fue mucho más dura para el catalán, aunque pudo concluir con holgura en un grupo trasero junto a Joel Morales.
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